28 oct 2012

Ruta 1: Poco margen para inventar escusas

OPINION
El ministro de Obras Públicas de la provincia de Santa Fe, Julio Schneider, se refirió a las obras de la ruta 1 luego de que se conocieran las denuncias del concejal santafesino Martínez kerz, sobre los atrasos de las obras y la posible disolución de la unión transitoria de empresas (UTE). En este sentido Sneider no reparo demasiado en sus dichos al decir que es una obra “compleja” que “requiere mucha paciencia” y que “no tiene el ritmo que hubiéramos querido”, -así lo dijo el ministro- que además reconoció que los plazos se extenderán mas de lo debido. 

Hoy la lectura de esa “compleja obra que requiere paciencia” es que el gobierno intenta dilatar el tiempo, para amortiguar lo más posible el costo político de la desinversión por falta de recursos, mientras los habitantes de la costa seguimos sufriendo las consecuencias de un tránsito que péndula entre, la regulación de la circulación para evitar accidentes y victimas que se cobran los negligentes que transitan esta vía.

La ruta 1 estimula la creatividad de los funcionarios a la hora de encontrar escusas para salir de las repreguntas lógicas de los medios. Nos dicen lo que ya sabemos, que “requiere mucha paciencia”, “que es una obra compleja” y “que los plazos se han extendido”. Todas estas cosas ya las sabemos porque los costeros convivimos con esta seudo autovía.

Para muchos habitantes de la costa, entre los que me incluyo, la ruta se ha transformado en un símbolo de incapacidad e ineficiencia cuando la pensamos a la luz de las declaraciones de los funcionarios de turno. La verdad, que al gobierno provincial le queda poco margen para inventar escusas.

Las declaraciones del ministro de obras públicas no resultan suficientes para aplacar la preocupación de los vecinos, acostumbrados durante los últimos años a ser testigos de un cúmulo de marchas y contramarchas oficiales.

La gestión de Binner, en relación a la obra, paso con más penas que gloria y, al cumplirse casi un cuarto mandato de la gestión Bonfanti, hasta la fecha no se han visto una intervención concreta sobre la ruta a pesar de todos los anuncios que se hicieron.

Hace 5 mese se afirmó que las obras tendrían un plazo de ejecución de 18 meses. Pero el anuncio se produjo en un contexto económico complicado y en momentos en el que diversas obras públicas se encuentran virtualmente paralizadas, debido a la falta de pago a empresas constructoras.

En suma, los antecedentes y las actuales circunstancias hacen comprensible el escepticismo. La paciencia se agota, el tiempo corre y al gobierno provincial le queda poco margen para inventar escusas.


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